El dibujo permite tantear, sorprender, soltar la mano para producir figuras. Con el tanteo se deshacen las figuras para rehacerlas. El dibujo nos sirve tanto para el aprendizaje como para el oficio.
Cuando el dibujante mira la realidad la ve de forma diferente al fotografo. Nosotros tenemos que verla como dibujantes, arquitectos.
A la hora de dibujar nos encontramos con un malentendido, intentamos mirar la realidad como si fuera una fotografía. Pero, el dibujante debe aprender a verla como aquellos que puede convertirse en figuras, es decir, debe geometrizar la realidad. Hay que aceptar las diferencias entre la imagen producida y las fotografías, no somos máquinas fotográficas.
Los arquitectos no representamos la realidad, la presentamos. Lo lleno no se pude dibujar, solo se puede dibujar el vacío, el espacio entre objetos.
Como se pasa de una imagen de la realidad a otra inventada a partir de la dada.